Como venimos informando desde el mes de octubre de 2021, por parte de los administradores de fincas y en los distintos medios de comunicación, el aumento de los precios en las energías ha afectado muy notablemente a las economías domésticas y en las comunidades de propietarios principalmente aquellas afectadas por el precio del gas con sistema comunitario, así como la factura de electricidad viéndose afectados los consumidores, a hacer frente a una doble factura, la particular del hogar y la de la comunidad de propietarios., lo que ha obligado a más que nunca si cabe la optimización de la eficiencia energética tanto en las comunidades como en los hogares
¿Cuáles han sido las medidas más utilizadas para mejorar la eficiencia y el ahorro de los consumos en las comunidades de propietarios?
No hay que olvidar que las comunidades disponen de sus propias empresas de mantenimiento habitual de las instalaciones, por tanto a través de las diferentes empresas de mantenimiento comunitario de calefacción, de sistemas ACs, y diferentes circuitos e instalaciones existentes en una comunidad, se han tomado medidas de ahorro para usarlas eficientemente como en:
1.-La calefacción, estableciendo unos horarios.
2.-Reducción en el calentamiento del agua,
3.- Mejorar el aislamiento térmico, bien aprovechando obras en la comunidad o bien ejecutándolo por petición de los propietarios.
4.-Ahorro eléctrico con luz leds o de bajo consumo, sistemas de detector de presencia… etc así como optimización de la utilización de los distintos servicios comunitarios
No hay que olvidar que los administradores también disponen de sus comerciales a los cuales se les ha solicitado revisar la contratación de potencias y el estudio de los precios con diferentes comercializadoras.
5.- Si la comunidad lo requiere, existen auditorias, para la calificación de la correspondiente certificación energética de la comunidad, así como en los hogares.
¿Cómo se Calcula la Eficiencia Energética de un Edificio?
La eficiencia energética de un edificio se calcula midiendo la energía que se consume durante un año en condiciones normales de uso en cuanto a calefacción, agua caliente, ventilación, iluminación etc, y ocupación.
Estos datos expresan unos valores finales de consumo de energía, medidos en kilovatios hora por metro cuadrado y en kilogramos de CO2 por metro cuadrado de vivienda que se corresponden con una letra de la escala de eficiencia energética en edificios.
Es decir, para medir la eficiencia energética de un edificio se usan varios indicadores. En base a los resultados que obtenga se realizará el certificado energético. Este determina, en función de una letra, la calificación energética de esa vivienda, expresado de la A a la G.
Una vivienda eficiente con clasificación energética (A) consume hasta un 90% menos de energía que una que esté catalogada con el nivel más bajo.
Una de clase B en torno al 70%; y la clase C, un 35%. Obviamente, un edificio alta calificación energética ahorra más energía que uno de baja calificación energética. Y esto se consigue aplicando una serie de medidas conjuntas que consiguen reducir el consumo energético de la vivienda a nivel global.
Métodos para optimizar la eficiencia energética.
Las medidas más habituales son aquellas relacionadas con el autoconsumo como son la instalación de contadores individuales y el uso de sistemas de energías renovables como puede ser placas solares, para ello, en este último caso se deben de cumplir una serie de requisitos:
La principal novedad en la última reforma de la Ley de Propiedad Horizontal, es la flexibilización del quórum que se requiere para aprobar este tipo de obras de eficiencia energética en los diferentes casos. Aunque esta medida tiene una limitación económica, ya que el importe de la derrama no puede superar 9 mensualidades/año de la cuota ordinaria. Si supera esta cuantía, la mayoría tiene que ser de 3/5 y cuotas de toda la comunidad de propietarios.